Buddy tocó el timbre

Nicole no pudo contener su diversión al abrir la puerta y encontrar a Buddy, el amigable perro del vecindario conocido por cubrir a todos con afecto, parado ahí sin sus acostumbrados saludos entusiastas. Fue un momento inesperado que alegró su día, a pesar de la inusual reserva de Buddy, añadiendo un toque de ligereza a su rutina.

El repentino correr de Buddy hacia el jardín de su dueña parecía insignificante en ese momento, llevando a Nicole a simplemente volver al interior, desestimando el comportamiento del perro como típico. Solo más tarde lamentaría no haber seguido su instinto de inmediato, dándose cuenta de que esta omisión fue un error crítico en lo que estaba desarrollándose al lado.