Guardabosques se Pone Pálido al Ver este Nido

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La rutina matutina del guardián

Con las primeras luces del día luchando por sobresalir en el horizonte, Ethan se movía en su modesta cabaña en el corazón del Parque Nacional Eldridge. Vistiéndose con su uniforme de guardabosques, cuya textura familiar lo envolvía, se preparaba para enfrentar las aventuras desconocidas que le depararía el día.

Cada mañana, Ethan salía a su porche con una taza humeante de café, abrazando la tranquilidad de la naturaleza. Este ritual calmado, un momento de conexión con el entorno salvaje, lo preparaba para sus tareas diarias como guardabosques. Mientras el vapor ascendía de su taza, reflexionaba sobre las maravillas y los misterios que el día le depararía.