La ventana de la cabina se rompe en pleno vuelo, luego el piloto es succionado fuera del avión

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¡Rumbo a España!

El 10 de junio de 1990, los pasajeros abordaron un vuelo a Málaga, España, esperando un viaje placentero con buen tiempo. La responsabilidad de un vuelo seguro y sin problemas recaía en el capitán Timothy Lancaster y su copiloto Alastair Atchison. Ambos eran profesionales experimentados y de confianza, lo que daba seguridad a los pasajeros.

Los viajeros no tenían razón para esperar algo inusual; era solo otro día con un vuelo rutinario. El cielo estaba despejado, y el ánimo entre los pasajeros era relajado mientras se preparaban para su destino soleado. En la cabina, tanto Lancaster como Atchison se preparaban para el vuelo, siguiendo los protocolos estándar y las listas de verificación para asegurarse de que todo estuviera en orden para el viaje.