El barco que nunca regresaría

La noche de febrero de 1864 marcó un momento crucial en la historia marítima, cuando los centinelas esperaban ansiosos el regreso del Hunley, el submarino confederado. Con cada hora que pasaba, la esperanza se convertía en desesperación al darse cuenta de que la nave no resurgiría. De manera misteriosa, señales que parecían provenir del Hunley dejaron perplejos a los observadores, sugiriendo su elusiva presencia. Este misterio permaneció sin resolver durante más de un siglo, envolviendo el destino del submarino en oscuridad. Finalmente, en 1995, después de 130 años de especulaciones y mitos, se descubrió el naufragio del Hunley. Este descubrimiento histórico abrió un nuevo capítulo en la búsqueda de la trágica historia del submarino y arrojó luz sobre un fragmento de la historia marítima que se creía perdido hace mucho tiempo.