Ataque de oso
Altha había vivido cerca del vasto territorio de las Grandes Montañas Humeantes durante casi medio siglo. A lo largo de esos años, se había acostumbrado a ver ocasionalmente osos paseando por su jardín en Wears Valley. La anciana de 90 años había desarrollado un entendimiento íntimo y respeto por estas criaturas, valorando el privilegio de coexistir con ellas en armonía.
Sin embargo, un día, Altha se encontró con un oso que no se ajustaba a las observaciones pasivas anteriores que había experimentado. Este oso en particular emanaba una aura diferente, algo que no había sentido anteriormente, y Altha lo notó claramente, sintiendo una inquietud en el aire.