Jamy llega a casa con hambre todos los días. Sus padres no saben por qué al principio porque siempre hacen suficiente comida para Jamy. Jamy no quiere compartir por qué tiene hambre. Parece que Jamy tenía miedo de algo o alguien.

Los padres de Jamy deciden ir al director. ¿Quién tampoco tenía idea de lo que estaba pasando? Cuando le preguntaron a sus compañeros de clase, revelaron algo que ningún padre quería escuchar.