Gran desacuerdo

Los técnicos de medicina de emergencia (EMT) habían dirigido su atención de manera alarmante al impactante incidente que se estaba desarrollando. Se les había ordenado reunir un equipo adecuadamente equipado para intervenir lo antes posible. En ese momento, no les importaba más que salvar las vidas de los involucrados. Cuando el equipo de rescate llegó a la escena del accidente en ambulancia, se les unieron los coches de policía que hacían sonar las sirenas.

Estos policías estaban más interesados en antagonizar a los rescatistas que en ayudarlos a resolver la situación que amenazaba la vida. Como si eso no fuera suficiente, un oficial novato detuvo la ambulancia y se negó a dejarla pasar. Para salvar una vida, los rescatistas tendrían que ser creativos y encontrar ayuda en el lugar menos probable imaginable.