Cuando vio a su perro de dos años haciendo algo extraño, pensó que algo andaba mal. Pero no había forma de que ya no pudiera verlo. Para cuando se enfrentó a su rechazo y aceptó la verdad, ya era demasiado tarde. Su Yun sabía que estaba en un gran problema. Y pronto la policía llamaría a su puerta.

Totalmente desprevenido

Su Yun pensó que sabía en lo que se estaba metiendo. Había investigado, leído reseñas y familiarizado con razas de perros exóticos. Había hecho todas las compras necesarias: perrera, collar, correa, champú, medalla grabada.

Ella pensó que estaba lista para el compromiso. Pero cuando el perro adoptado comenzó a pasar por su perrera, collar y correa, Su Yun comenzó a preocuparse. Entonces sucedió lo inimaginable.