Él y su mujer iban a trabajar y se quedaban allí hasta que llegaba la hora de correr a casa con su bebé. En cuanto volvían, saludaban a Jurnee con un gran abrazo y hablaban de su día.
Pero cuando su pequeña hija entró por la puerta un día, sollozando y limpiando sus ojos rojos, Jimmy sintió como si le hubieran dado un puñetazo en el estómago. ¿Qué le había pasado a su niña?