Cuando las personas terminan la pubertad en la adolescencia, su aspecto cambia drásticamente. Pero la pubertad no es el único cambio en la vida. Muchas personas trabajaron en sí mismas más tarde, para parecer más jóvenes a los 20, 30 o incluso 40 años.

Estos autoproclamados “patitos feos” potenciaron su salud y confianza para transformar sus vidas de una forma inimaginable. Sus transformaciones son realmente inspiradoras para nosotros.