Atrapada

Este hombre llevaba mucho tiempo en el cuerpo de policía. Pero lo que vio ese día fue algo que no pudo soportar. Agarró el volante con fuerza mientras sentía que las manos se le ponían húmedas y el sudor le resbalaba por la cara.

Miró por el espejo retrovisor y observó cómo el agente de policía se acercaba a su vehículo. No quería entrar en pánico, pero sabía que estaba en un gran problema. No creía que fuera capaz de salirse con la suya. Maldijo su mala suerte mientras bajaba la ventanilla y se preparaba para lo peor.