Tomás Valero veía a su hija llorar todos los días al salir del colegio y en ningún moemnto lograba hacerla confesar la razón de todo ese llanto. Él sin dudarlo se daba cuenta de que algo iba mal.

Cuando por fin se enteró de lo que ocurría, le pilló completamente por sorpresa. Antes de que esto ocurriera, tuvo que recurrir a medios furtivos. ¿Qué hizo este padre preocupado para sacar a la luz la verdad?

El comienzo de la escuela

No es fácil para los niños cuando tienen que empezar la escuela. Suele ser una gran adaptación, por lo que los padres deben apoyar al niño todo lo que puedan. Por muy bueno que sea el profesor, o por muy simpáticos que sean los demás alumnos, siempre es un gran cambio para los pequeños.

Si la adaptación a la escuela ya es bastante dura, un profesor maleducado hará las cosas mucho más difíciles para el alumno. Cuando Tomás se dio cuenta de que su hija lo estaba pasando mal en el colegio, supo que era el momento de averiguar qué estaba pasando.

Estaba asustada

Sin duda, todos los padres quieren lo mejor para sus hijos. Así que es natural que un padre se sienta preocupado cuando ve a su pequeño sufriendo. Tomás es uno de esos padres, así que es comprensible que se preocupara cuando su hija pequeña no se comportaba como tal.

Se dio cuenta de que su hija empezó a actuar de forma más emocional después de que empezara a ir a un nuevo colegio. Al principio, pensó que no era más que un caso de nervios. Sin embargo, se dio cuenta de que había algo más en la historia.

La misma rutina

Tomás se preocupó mucho cuando el llanto y la petición de quedarse en casa se convirtieron en algo habitual para su hija. Cada mañana empezaba con la misma rutina, y Tomás ya no podía vivir con ella.

Los días se convirtieron en meses y pronto se dio cuenta de que su hija ya no tenía ninguna ilusión ni alegría. Empezaba a tener más miedo con el paso de los días y protestaba con frecuencia por ir al colegio.

Reticente

Tomás intentó averiguar el verdadero problema hablando con ella, pero su hija se mostraba reacia a contarle la verdad a él o a su mujer. A pesar de ello, sabía que había que hacer algo. No le gustaba nada ver a su pobre niña así.

Su hija acaba de empezar el jardín de infancia en la escuela primaria Pine Grove. Antes de que esto ocurriera, él nunca había notado nada raro en ella. Lo único que sabía era que era una niña sana, que hacía amigos rápidamente y que tenía una vena creativa.

Empezó a cambiar

Pero, al poco tiempo de que su hija empezara a estudiar allí, se dio cuenta de que, por alguna razón, empezó a ponerse más emocional. Tomás se dio cuenta de que tenía algo que ver con la escuela. ¿Eran los niños, los profesores, el lugar en sí?

Hasta que ocurrió esto, a su hija le había ido bien en la escuela. Sacaba buenas notas y los informes sobre ella habían sido positivos la mayoría de las veces. Sin embargo, un par de meses después de empezar a ir a su actual colegio, sus notas empezaron a bajar.

Se sentía muy impotente

Además de todo esto, se ponía nerviosa antes y después de la escuela. ¿Qué estaba pasando? Era demasiado para Tomás ver a su niña actuar de esta manera. Se sentía impotente ante esta situación. Sabía que era hora de llegar al fondo de la situación.

Estamos seguros de que cualquier padre se sentiría preocupado por el bienestar de su hijo. Era duro ver a su hija triste tan a menudo. Empezaba a estar más preocupado por ella. Cuanto más intentaba llegar al fondo de la cuestión, más se encogía su pequeña. Entonces se dio cuenta de lo que podía estar pasando.

Una vida estable y feliz

Pensó mucho y luego estuvo bastante seguro de que estaba siendo acosada por sus compañeros de clase o quizás por alguno de sus profesores. En casa tenían una vida familiar estable y feliz, así que supo que debía tratarse de algo fuera de su casa.

Es muy importante tener paciencia. Nos atrevemos a decir que es una de las virtudes más importantes que todos podemos aprender, aunque pueda ser difícil de practicar. Cuando se trata de enseñar a los niños pequeños, esto se vuelve aún más valioso. Si alguna vez has tenido que tratar con niños, sabes que pueden ser difíciles de manejar. Como educador, es parte de tu papel ser paciente mientras tus alumnos intentan aprender.

Sus años de formación

Su hija era todavía muy joven. Estaba en sus años de formación, lo que significaba que estaba en una época crucial e importante de su vida. Lo que ocurra en estos años la convertirá en la adulta que será en el futuro.

Tomas y su esposa criaron a sus dos hijas y a su hijo con esta mentalidad, rodeándolos siempre de positividad y animándolos a ser lo mejor de sí mismos. Saben lo importante que es desarrollar un fuerte sentido de sí mismos en los más pequeños para prepararlos para lo que les depara el futuro.

Más daño que bien

Teniendo esto en cuenta, es lógico que un profesor mezquino y duro pueda hacer más daño que bien. Tomás y su esposa definitivamente no querían eso para su joven hija, y empezaron a sospechar que era la raíz de su problema.

Tomás era una persona con recursos y decidió que tenía que averiguar qué estaba pasando con su hija. Le resultaba difícil, ya que ella era demasiado joven y tímida para contarle de frente lo que le ocurría.

Es hora de pasar a la acción

Como padre, no podía dejar que su pobre hija se entristeciera más y más con cada día que pasaba. Se hartó y decidió que iba a hacer algo al respecto. ¿Pero cómo? Se lo pensó mucho antes de idear un plan.

¿Cómo podía Tomás escuchar lo que ocurría en el colegio sin estar allí? Sabía que si pedía sentarse en la clase un día, la profesora cambiaría su comportamiento. Tenía que ser más creativo que esto para asegurarse de que captaba lo que estaba pasando exactamente.

Micrófono oculto

Decidió “escuchar”… ¡literalmente! Creó un diminuto dispositivo auditivo y lo colocó en el pelo de su hija. Esto le permitiría escuchar lo que ocurría en la escuela. Con suerte, le daría la oportunidad de entender lo que ella estaba experimentando allí.

Sabía que era una medida bastante drástica. Sin embargo, para él era importante no sólo saber lo que estaba pasando, sino también tener una prueba a mano. No le dijo a su hija lo que le estaba poniendo en el pelo porque pensó que podría distraerla durante su jornada escolar.

Anticipación

Tomás estaba impaciente por ver lo que ocurriría en el transcurso de su jornada escolar. Esperó a su pequeña en la puerta y sonrió cuando ella subió corriendo a la entrada. Se sentía emocionado de que por fin volviera a tener esa sonrisa que conoce y ama en su cara.

Cuando Tomás empezó a escuchar la grabación después de que ella llegara a casa, se quedó sorprendido por lo que pudo escuchar. Estaba lívido después de escuchar la grabación, pero se alegró de saber por fin lo que estaba pasando.

El origen de los problemas

Parecía que su profesora estaba siendo mala con sus alumnos. Tomás siguió escuchando la grabación y se dio cuenta de que ese debía ser el origen de los problemas de su hija. Estaba asombrado, pero no había tiempo que perder. Era el momento de hacer algo al respecto.

Pudo comprobar que su profesora se había aprovechado de su posición. A Tomás le dolía oír que la persona a la que pagaban para que cuidara de su hijo se comportara de forma tan insensible. Sinceramente, no podía creerlo.

¿Qué hacer?

Al seguir escuchando, descubrió que la profesora no sólo decía cosas ofensivas, sino que el tono que utilizaba para decirlas era también mezquino. La grabación le permitió escuchar hasta qué punto gritaba a los niños por las cosas más triviales. ¿Qué debe hacer ahora?

Le daba asco ver que una profesora se comportara de esa manera, así que decidió que era hora de plantear el problema al distrito escolar público. Cuando le ocurren cosas como ésta a tu hijo, suele ser más fácil planteárselo a una persona que tiene el poder de hacer algo al respecto.

Presentar una queja

En lugar de hablar con la propia profesora, decidió que había más posibilidades de que las cosas cambiaran si acudía al consejo escolar estatal. Y eso es exactamente lo que hizo. Fijó una fecha y contó su historia y la de su hija.

A pesar de que Tomás tenía una queja válida y las pruebas para respaldarla, el distrito escolar no hizo nada para ayudarle. No pudo evitar sentirse decepcionado por la respuesta que le dieron. Para él, era repugnante que hubiera estado destrozando a los niños a diario.

No se tomó ninguna medida

¿Te imaginas lo molesto que debe ser escuchar que no estaban dispuestos a hacer nada al respecto? Sí que declararon que la disciplinaron por lo que hizo, pero Tomás quería que hicieran algo más que eso.

No estaba nada contento con la respuesta que le dieron las autoridades. La profesora seguía dando la clase en la que estaba su hija. Tomás no pudo evitar sentir que había llegado el momento de la retribución. Muy pronto, decidió tomar la decisión de hacer algo con respecto a Duncan, el profesor de la guardería.

El deber de los padres

La escuela se ofreció a cambiar a su hija de clase, pero ahora estaba detrás de su hija. Le preocupaba la seguridad y el bienestar de los demás niños que estaban en su clase. Como padre, sabía que tenía que defender no sólo a su hija, sino a todos los niños.

Le molestaba que la escuela no ofreciera mucho apoyo o cambio. Era un problema que iba a afectar a las vidas de todos estos niños. Mientras Duncan diera clases, aún habría niños que se verían afectados por su ira. Aunque él y los demás padres protestaron, la escuela no cedió. Sin embargo, no se rindieron.

Firmar una petición

Pronto se corrió la voz de lo que ocurría en la escuela. Todo el mundo se enteró de cómo Duncan trataba a los niños de su clase, generándoles una enorme sorpresa y mucha incertidumbre.

No recibió mucho apoyo tras sus intentos iniciales de buscar justicia, pero todo empezó a cambiar cuando hizo una petición en Change.org. Muy pronto, el público en general llegó a unirse a su causa. ¡Pronto tuvo más de 2.000 firmas para el despido de Duncan!

La atención de los medios de comunicación

La sorpresa fue aún mayor cuando Tomás se encontró en el centro de la atención de los medios de comunicación. Los canales de noticias locales se enteraron de lo que estaba ocurriendo en Pine Grave. Le admiraron por su determinación de hacer justicia por lo sucedido.

Muy pronto, la historia se extendió por todo el país. Significó que la gente de todo el país se enteraría de lo que hizo esta profesora, aunque no consiguiera que la despidieran. Esto dio a Tomás cierta esperanza de que las cosas cambiaran.

Prevenir los traumas infantiles

Lo peor de lo que hizo fue que iba a tener un efecto duradero en el niño. Los hábitos y los miedos que adquieren los niños cuando son pequeños tienden a quedarse con ellos durante mucho tiempo, si no para siempre. Si Tomás no se hubiera dado cuenta del comportamiento de su hija y se hubiera esforzado por llegar al fondo de la cuestión, ¡podría haber sufrido un trauma durante el resto de su vida!

Era un asunto grave que también afectaba a otros niños. Cualquier padre sabe que puede ser un reto ser un gran mentor. A menudo, uno tiene que examinar y criticar primero sus propias acciones y comportamientos. Esto no es fácil de hacer, pero es vital si quieres ser un buen modelo para tu hijo.

El mejor padre posible

Sin embargo, Tomás aprendió que había momentos en los que las cosas estaban fuera de su control, por mucho que intentara ser el mejor padre posible. A pesar de esto, pasaría por el infierno y el agua alta para garantizar la seguridad de su hija. También esperaba que esto no le ocurriera nunca a otros niños.

La responsabilidad de un profesor es impartir lecciones que vayan más allá del plan de estudios. Deben ayudar a mejorar la imaginación y la mente de los niños. Son cosas que dejarán un gran impacto en la vida de los niños cuando crezcan. Un profesor tiene que asegurarse de inspirar a los niños.

Los esfuerzos de su padre

Nunca es buena idea que los profesores muestren comportamientos abusivos y hagan valer su dominio sembrando el miedo. Esto sólo ahogará el progreso de un niño y lo hará más ansioso. ¿Funcionó alguno de los esfuerzos de Tomás para solucionar el problema? Tendremos que averiguarlo…

Duncan sigue dando clases en el colegio, así que esperamos que al menos se haya dado cuenta de lo dura que ha sido con los niños de su clase. Tomás sigue aferrándose a la esperanza de que se produzcan los cambios necesarios, ya que sabe que tiene un punto de vista válido.

Vidas en juego

Se sintió como si la escuela hubiera puesto en juego la vida de los niños, todo gracias al mal genio de un profesor. Aprendió que sería imposible cambiar las cosas si no adoptaba una postura. Espera que su acción cambie el sistema escolar, aunque sea un poco, para que otros niños no se vean perjudicados.

Toda la experiencia fue dura para él y su hijo, pero Tomás acabó admitiendo que hizo más fuerte a su unidad familiar. Nunca se habría enterado de que algo así estaba ocurriendo si no hubiera hecho un esfuerzo adicional.

Un padre mejor

En este momento, su hija está asistiendo a una clase impartida por otro profesor. En todo caso, Tomás aprendió lo importante que era prestar atención a su hija. Esto le ha convertido en un mejor padre gracias a lo ocurrido.

Tomás siempre estará ahí para sus dos hijas y su hijo. Él y su mujer dan la cara por sus hijos cuando y donde sea, pase lo que pase. Sin unos padres tan buenos que reconocen un problema, su hija seguiría luchando y siendo acosada por su profesor.

Buenos padres

Desde el día en que su hija salió del hospital, siempre pensaron en lo mejor para ella. Esto es lo que hace a un buen padre. Tomas y Laici siempre se aseguran de que las necesidades de sus 3 hijos estén atendidas.

Para que los niños crezcan y se conviertan en miembros de la sociedad, tener unos padres con una buena cabeza sobre los hombros siempre ayuda. Una vida estable en casa prepara al niño para otras cosas más adelante en la vida. Aliya tiene mucha suerte de tener un sistema de apoyo tan bueno.

Preparación

Estos dos padres se prepararon para el nacimiento de su pequeña durante mucho tiempo antes de que llegara. Se aseguraron de estar preparados mental y físicamente para dar la bienvenida a una persona al mundo.

Tomás y Laici se conocieron cuando él estaba en el ejército. Desde el primer momento estrecharon lazos y decidieron pasar el resto de sus vidas juntos. Como él iba a ser desplegado, decidieron casarse.

Tiempos difíciles

Por supuesto, es difícil ser padre en general, pero serlo mientras se está en el ejército es aún más difícil. No podemos ni imaginar lo difícil que fue para Tomás estar lejos de su mujer y su hija.

El corazón de Tomás estaba siempre con su pequeña y anhelaba estar con ella. Pero le daba paz saber que la cuidaban, al menos tenía eso. Su mujer también le echaba de menos, y la ayuda extra.

Creciendo

Pero él volvería muy pronto, así que era algo que la familia podía esperar. Aliya era una niña tan bien educada que hacía que sus padres estuvieran muy orgullosos. Estaba creciendo ante sus ojos.

No importaba a dónde fueran, ella era tranquila y paciente. A veces incluso se olvidaban de que estaba allí, ¡era tan tranquila! Apenas lloraba y dormía muy tarde (para ser bebés). ¿Cómo es que tuvieron tanta suerte?

Lo siento, papá

Qué mona es Aliya con su lacito. Está claro que estaba distraída con su pulgar y otra cosa mucho más interesante que el móvil de su padre. Lo siento, Tomás. Al menos le gusta que la cojan en brazos.

Esta foto de las niñas fue tomada cuando Aliya era un poco mayor y ahora tenía una hermanita. Se divertían un día jugando a disfrazarse y comiendo galletas. ¡Qué día tan divertido! Aliya decidió ser una princesa.

Caras divertidas

Aliya puso una cara graciosa cuando le estaban creciendo los dientes, así que Tomás decidió recrear la imagen cuando fuera un poco más mayor. La hizo vestirse con un traje similar y sonreír de la misma manera. ¡Qué adorable es esto!

Después de que sus dos hijas fueran un poco más mayores, ¡decidieron intentar tener la tercera! En el camino estaba el hermanito de las niñas. A Tomás y Laici les encantaba ser padres y ansiaban ampliar aún más su familia.

3 paquetes de alegría

¡Y ahora son 3! Nos encanta lo parecidos que son los tres hermanos entre sí. Y es increíble cómo realmente son una mezcla completa de sus padres. Aliya lleva gafas como su madre. Las monturas moradas son demasiado bonitas.

A las niñas les encanta Snapchat y todos los filtros que tiene la aplicación. Su madre también disfruta tomándose selfies con ellas y publicándolas para que las vean sus familiares y amigos. ¡Están creciendo muy rápido!

Todo el camino hacia arriba

Cuando Aliya era pequeña, le encantaba subirse a los hombros de su padre. Así tenía una buena vista de todo lo que la rodeaba. Él siempre la agarraba con fuerza de las manos para asegurarse de que estaba firme. Parece muy emocionada.

En la boda de un familiar, Tomas, Laici y Aliya estaban muy bien. Nos gusta que hayan combinado sus atuendos, ¿tú no? Parece que Aliya disfruta paseando. ¿Quién iba a decir que podía ser tan divertido?

Leer es divertido

A Tomás le encanta leer a sus hijos, y cuando Aliya era pequeña lo disfrutaba especialmente. Con su chupete en la boca y el relajante sonido de la voz de su padre, se quedaba dormida en cuestión de minutos.

El objetivo de Tomás en la vida es que sus hijos sean felices y estén sanos. Se asegura de poner siempre una sonrisa en sus rostros, pase lo que pase. Incluso si ha tenido un día duro en el trabajo o hay algo que le preocupa, siempre sonríe para los niños.

Las niñas de papá

Las niñas son definitivamente las niñas de papá… ¡le adoran! Aliya disfruta mucho siendo la hermana mayor y enseñando a su pequeña miniparticipante los entresijos de la vida. Siempre que Tomás coge a la hermana de Aliya, ésta se une a la diversión.

La familia adora pasar las fiestas juntos, especialmente su favorita… ¡la Navidad! Aliya solía tener miedo de Papá Noel, ¡pero nos parece que ya no tiene esos temores! ¡Papá Noel incluso se distrae con la valiente niña!

Una década

El día en que Aliya nació parece que fue hace siglos para sus padres. El dicho de que el tiempo vuela es cierto. Fueron padres por primera vez ayer mismo, pero no fue ayer, ¡fue hace más de una década!

Tomás espera guiar a sus hijos por la vida de la mejor manera que sabe. Se asegura de darles amor y apoyo incondicional, al igual que su madre. Estos tres jóvenes no sólo tienen unos padres estupendos, sino que también se tienen el uno al otro.

Siempre ahí

Tomás ha criado a toda una joven que espera que haga grandes cosas en este mundo. Siempre estará ahí para todos sus hijos, y por eso defendió a la joven Aliya ese día en la escuela.

Tomás pensó que algo pasaba y actuó de manera inmediata. Pilló al profesor acosando a su hija y se aseguró de que no volviera a ocurrir nuevamente. ¡Sin lugar a dudas, qué gran padre tiene Aliya!