Una tripulación aérea realizaba una patrulla remota cuando detectó extrañas señales de vida en una isla desierta

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Sobrevolando un saliente de las Bahamas, la tripulación de la Guardia Costera estadounidense contempla el brillante océano azul. Muy por debajo de ellos, hay atolones aislados, pequeños trozos de paraíso ideales para alejarse de todo. Sin embargo, nadie viaja realmente allí.

Es el comienzo de una aventura que los miembros de la Guardia Costera nunca olvidarán. A medida que se acercan, ven signos de actividad inusual en una isla remota que se encuentra a unas 45 millas de la costa cubana. Conocido como Cayo Anguila, este lugar nunca ha albergado ningún pueblo o comunidad. En su lugar, es sólo una extensión vacía de arena y hierba. Entonces, ¿qué es lo que ha conseguido pillar desprevenida a la tripulación?