Con ocho adorables hijos, un marido cariñoso y un trabajo estable, una mujer de Burundi (África) podía decir que vivía la vida que siempre había soñado, una vida que cualquiera desearía.

Aunque había tenido muchos problemas y dificultades en el pasado, esos días habían pasado. Noela dejó Burundi tras la muerte de su primer marido, y voló hasta Australia para tener un nuevo hogar y una nueva vida.