Aunque hay muchas variaciones de una dieta vegetariana, las dietas veganas consisten principalmente en alimentos de origen vegetal. Los vegetarianos evitan todo tipo de carne, pescado, leche, huevos y miel. Sin embargo, los lactovegetarianos comen productos lácteos junto con alimentos de origen vegetal. Algunas personas que siguen una dieta lacto-ovo vegetariana, comen alimentos de origen vegetal junto con huevos y productos lácteos. A veces la gente sigue una dieta vegetariana parcial. Este tipo de dieta permite consumir todo tipo de alimentos excepto la carne roja. Por lo tanto, la dieta vegetariana es un tipo especial de dieta y es necesario seguir algunas reglas para obtener una cantidad suficiente de nutrición de los alimentos.
Consumir una cantidad adecuada de proteínas
Conseguir una cantidad suficiente de proteínas es comparativamente fácil con una dieta vegetariana. Todo tipo de judías, huevos, guisantes y frutos secos son una buena fuente de proteínas. También puedes probar las hamburguesas vegetarianas, el tempeh y el tofu para obtener un alto contenido en proteínas de tus alimentos diarios. Para mantener una combinación equilibrada de proteínas y calorías, intenta tomar una mezcla de proteínas y carbohidratos.
Elige sustitutos inteligentes
Cuando sigues una dieta vegetariana, puedes elegir fácilmente un sustituto en lugar de tus platos favoritos. Por ejemplo, al preparar una lasaña puedes utilizar espinacas o tofu en lugar de carne. Te ayudará a disminuir la cantidad de grasa y calorías de tu dieta.
Come un omelette vegetariana
Los huevos son una gran fuente de proteínas para un vegetariano. No es necesario que hagas una tortilla con jamón o queso. Más bien puedes hacer la tortilla que desees con cebolla o pimientos rojos. Puedes añadir calabacín, champiñones, patatas o espinacas para hacerla más deliciosa.
Así, puedes hacer que tu dieta vegetariana no sólo sea más deliciosa sino también más nutritiva. Como las dietas vegetarianas evitan los productos animales, te ayudarán a eliminar el colesterol y las grasas saturadas. Este tipo especial de dieta te ayudará a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y cáncer.