Aún en los días actuales, es común la creencia de que Jesús era un hombre blanco y barbado, que siempre se veía usando una túnica blanca o beige. La mayoría de las personas cree en esta idea, ya que las representaciones artísticas de Jesucristo siempre lo caracterizaron de esta manera.

Sin embargo, ¿sería él realmente como lo imaginaron? La historiadora y profesora Joan Taylor, de King’s College, recientemente anunció que tiene pruebas acerca de la real fisonomía del Hijo de Dios.

¿Por Qué Los Pintores Lo Retrataron Así?

Si Jesucristo de hecho no tenía la apariencia por la cual lo conocimos, ¿por qué la mayoría de los pintores y artistas eligieron este visual para él? Hay indicios de que fue por una cuestión práctica.

Hace muchos siglos, los artistas ganaban su vida haciendo pinturas de los distintos dioses paganos, los cuales eran reverenciados en su región. Luego de que el Mesías se popularizara entre la gente, los artistas atribuyeron a él la misma fisonomía de estos dioses.

Accesorios Inadecuados A La Época

Actualmente, los historiadores también cuestionan ciertos anacronismos en relación a los accesorios y otros objetos utilizados por Jesús, en las pinturas. Según los especialistas, muchos de estos objetos no existían en la época en que él vivió.

Recuérdate de aquellas pinturas en las cuales se ve a Jesús con una aureola, sentado en una silla suntuosa y llena de adornos. Nada de esto tiene sentido. Las investigaciones conducidas por Joan Taylor mostraron que Jesús era un hombre simple y modesto.

¿Qué Dice La Biblia?

En el ámbito religioso, siempre hubo debates acerca del contenido presentado en la Biblia. En general, la discusión es bastante apasionada. Pero un hecho curioso es que el texto bíblico hace algunas referencias a la fisonomía de Jesús.

En determinados pasajes de la Biblia, el Buen Pastor es descrito como alguien que no se destacaba en la multitud. En otras palabras, Jesucristo tenía la apariencia de un hombre normal.

El Estilo Del Momento

Además de estas imprecisas descripciones, no es posible identificar otros detalles sobre la apariencia de Jesucristo. Tal vez esta indefinición haya incitado a los artistas para que buscaran la licencia poética, encontrando su propia versión del Mesías en el estilo de la época en la cual vivían.

En determinados períodos, los pintores tampoco se restringían simplemente a la creación de retratos, sino que adoptaban el estilo del momento, con representaciones también simbólicas.

Una Persona Modesta

Los pintores también representaron a Jesús caminando sobre planicies, conduciendo a los rebaños de ovejas. La intención era mostrar que él era un “Buen Pastor”, o sea, el pastor de su gente. La imagen del pastor parecía adecuada, ya que sus seguidores se identificaban con ella.

Mientras tanto, es necesario acordarse de que estas pinturas fueron producidas en el periodo de la Antigua Roma, y que muchas fueron descubiertas en Roma, región muy alejada de donde vivió Jesús.

La Versión Definitiva

Ciertos rostros o características físicas simplemente se quedan impregnados en nuestra memoria. Durante la Edad Media, la idea de que Jesús era un hombre blanco y que usaba una barba fue ampliamente aceptada por los fieles.

En aquel período, perdió fuerza la antigua “versión” de Jesús como un pastor que conducía a su rebaño. Por lo tanto, la representación oficial pasó a ser aquella que persiste aún hoy: la del Jesús caucasiano, que tiene barba y pelo largo.

Licencia Poética

Faltando descripciones exactas, se hace necesaria la licencia poética. A lo largo de la historia, ya que la Biblia no proporcionaba una descripción precisa de cómo era Jesús físicamente, los artistas tuvieron que encontrar sus propios caminos.

En este sentido, los pintores de distintas épocas usaron su imaginación e interpretación individual acerca de la fisonomía del Hijo de Dios. Pinturas de otras épocas también sirvieron como inspiración para estos talentosos artistas.

Imitando A Otros Artistas

Con las informaciones que hay en nuestros días, es posible trazar la “ruta” de la representación visual de Jesús. Los artistas del pasado crearon su versión de Cristo, pero usando viejas pinturas de dioses de la mitología como modelo para su trabajo.

Por lo tanto, las varias obras que tenían el intuito de representar a Jesús presentaban, en realidad, similitudes innegables con creaciones de otras épocas y culturas. Al elaborar el arte cristiano, los pintores se apropiaban de fuentes mitológicas.

Un Buen Ejemplo

Para que comprendas qué estamos intentando decir, pensemos en Zeus como ejemplo. Las esculturas relacionadas al dios griego siempre lo representaron como un hombre de extraordinario pelo largo y una barba imponente.

Parece familiar, ¿verdad? La efigie de Zeus es tan inspiradora para nosotros, en los días actuales, como lo fue para los artistas del pasado. No tenemos dudas de que los pintores deseaban que sus obras provocaran la misma impresión en las personas.

¡Somos Parecidos!

Es obvio que la impresionante y elaborada imagen de Zeus no impresionó solamente a los artistas de aquella época. Los líderes políticos también codiciaban los rasgos estéticos del dios griego.

Si observamos las efigies creadas para Augusto, llegamos a la conclusión de que el egocéntrico emperador romano deseaba ser representado como si fuera un clon de Zeus. A pesar del talento de los artistas, la realidad es que el emperador de Roma no tenía ninguna semejanza física con el poderoso dios de la cultura griega.

Más De Lo Mismo

Para que su imagen fuera reconocida por las personas, el vano emperador orientó a su escultor que hiciera cambios en su estatua. Así, la versión final de la efigie de Augusto tendría que sufrir un proceso de “re-edición”.

Esto se debía al hecho de que el líder romano, a diferencia de Zeus, no tenía el pelo corto ni usaba barba. Pero la gente de aquel tiempo solo se interesaba por elementos que hicieran referencia al arte bizantino. Por esto, la estatua de Augusto siguió pareciéndose a la del dios griego.

El Trono Simbólico

La historiadora Joan Taylor afirma que Jesús probablemente nunca se sentó en un trono, como lo vemos en muchas pinturas u otras obras artísticas. Aunque esta sea una manera bastante difundida de retratar al Hijo del Hombre, el trono no es ni un poco verosímil.

Aún así, no se puede negar que tal representación está cargada de muchos elementos simbólicos, los cuales tienen relación con la admiración por parte de los fieles seguidores de Cristo.

La Nueva Apariencia

Tras estudiar estas obras de arte, los historiadores llegaron a conclusiones verdaderamente interesantes. Para ellos, es evidente que ciertos elementos de las obras originales fueron cambiados, con la intención de adecuarse a la temática religiosa.

Tanto las pinturas como las esculturas y otras creaciones sufrieron mudanzas. En la pintura, tenemos el ejemplo de la espada siendo sustituida por la Biblia. Esta alteración cambia el sentido original, pues el guerrero se convierte en evangelizador.

Creando Un “Look”

Con el tiempo, la gente comenzó a tener expectativas sobre la forma con que se caracterizaba a Jesús. En resumen, sus seguidores deseaban que él tuviera la misma fisonomía en todas las representaciones.

Por esto, los artistas empezaron a vestir al Mesías con la conocida túnica blanca y la misma expresión en el rostro. También es posible verlo con un halo flotando sobre su cabeza. Esto hizo que la gente lo viera como un hombre amable, según Jean.

Divinidad Y Poder

Cuando los artistas comenzaron a pintar a Jesús de esta manera, era su intención resaltar la naturaleza divina y santificada del líder espiritual. Si recordamos a los superhéroes contemporáneos o los dioses ancestrales de la mitología grecorromana, llegamos a la conclusión de que el pelo largo es como un símbolo de poder y fuerza que ellos tienen.

La simbología del pelo largo de la que estamos hablando en este punto aún existe en nuestra sociedad. De manera similar, la imagen que se difundió de Jesús hace alusión a estos personajes.

Destacándose Entre La Multitud

Los expertos en el tema están de acuerdo en un punto: fue una decisión importante la de mantener cierto estándar en cuanto a la imagen del Salvador. Ya que la apariencia de Jesús comenzó a tener rasgos específicos, los cuales se repetían en otras obras a lo largo de la historia, su reconocimiento también se hizo más fácil.

Identificarlo entre la multitud de personajes que componen una pintura sería mucho menos complicado, pues sus características ya eran conocidas por los cada uno de los devotos fieles.

¿Una Evidencia Perfecta?

Desde que se descubrió la Sábana Santa de Turín, hace unos siglos, fue posible especular sobre la verdadera apariencia de Jesús. También conocida como Santo Sudario, se cree que esta pieza de lino haya sido utilizada para cubrir el cuerpo del Cristo, al sepultarlo.

Por cuestiones místicas o no, la verdad es que el tejido adquirió la imagen de un hombre que podría haber sido Jesús. Así como otros artefactos, el sudario podría fornecer indicios de su verdadera fisonomía.

Algunos Historiadores Cuestionan

Un historiador estadounidense tiene muchas dudas sobre la legitimidad del sudario: declaró que los fraudes siempre ocurrieron, incluso durante la Edad Media. Para él, estos delitos fueron perpetrados por las mismas razones de hoy.

En este sentido, el presunto fraude del Santo Sudario tenía el poder de generar controversias y discusiones en el ámbito religioso. Además, usando este tipo de fraude, los estafadores conquistaban notoriedad e influencia en el campo de la espiritualidad.

Se Profundiza La Investigación

En vez de confiar solo en pinturas medievales, Joan y su equipo estudiaron otras reliquias de la antigüedad. Entre ellas, había viejos papiros de Egipto e incluso restos mortales que se encontraron en áreas donde se solía enterrar a las personas.

El objetivo era comprender cómo sería el aspecto visual de alguien que hubiera vivido exactamente durante la época que vivió Jesús. Probablemente, esta sería la mejor manera de determinar su apariencia.

¡Él Nunca Usaría Un Manto!

Inicialmente, la investigadora y sus colegas determinaron qué tipo de ropa usaría un hombre con pocos recursos económicos, en un día normal. En aquellos tiempos, sería muy raro ver a alguien usando cualquier tipo de manto o capa.

Los miembros del clero o de la realeza podrían verse con trajes de este tipo, pero aún así era algo poco usual. De hecho, la Biblia menciona que Juan El Bautista tenía un gusto ecléctico por ropas, pero no dice nada sobre las vestimentas de Jesús.

¿Cómo Se Vestía?

Por medio del análisis de antiguos pergaminos egipcios y obras artísticas, los investigadores lograron llegar a algunas conclusiones acerca de las ropas de Jesús. La verdad, las evidencias indicaron cuáles eran los estilos de ropa que la gente común posiblemente utilizaba, en el período del Mesías.

Luego de intensas fases de investigación y diferentes estudios, el equipo llegó a una representación bastante exacta de cómo eran las vestimentas de un hombre de aquellos tiempos.

Las Medidas De La Túnica

Una de las conclusiones más curiosas fue acerca de la extensión de las ropas. Según la investigadora, los hombres realmente no utilizaban túnicas, en aquella época. Sin embargo, al contrario de lo que vemos en las pinturas, ¡las túnicas eran cortas!

En el tiempo de Jesús, todos los hombres solían vestir túnicas que terminaban en las rodillas. Esto permitía que el trabajo y la movilidad fuera más fácil. Para ellos, no sería ni un poco práctico usar túnicas más grandes.

¿Quién Usaba Mantos Tan Grandes?

¿Y qué podemos decir sobre los mantos? Durante su investigación, Joan descubrió que diferentes clases sociales existieron en el período de Jesús, y que las clases más elevadas utilizaban ropas más largas.

Los nobles tenían capas y mantos grandes, los cuales los diferenciaban de los pobres. Estas ropas eran una prueba de que no tenían que trabajar para vivir, pues las ropas más largas y los adornos restringían sus movimientos. Jesús, al contrario, nunca usó mantos grandes: era pobre.

Los Colores Eran Otros

En conclusión, probablemente Jesús se vestía como cualquier hombre de su clase social, con túnicas hasta las rodillas. Pero, ¿de qué color eran las túnicas? ¿Blancas, como en las obras de arte?

En el período en el cual vivió, no había ningún método capaz de blanquear los tejidos, mientras que la mayoría de las túnicas eran de lana pura. La verdad, la Biblia afirma que las vestimentas de Jesús solo se hicieron blancas y brillantes después que él se convirtió en un ser celestial.

Accesorios

Hay otro detalle que suele figurar en las obras de arte que se relacionan con la vida de Jesús: la capa o el velo de color azul. En las pinturas, frecuentemente se ve el Mesías con este tipo de accesorio sobrepuesto a sus ropas.

Mientras tanto, incluso después de muchas discusiones, no se llegó a ningún consenso sobre el uso de este adorno, ni si de hecho era azul. En realidad, Cristo probablemente jamás vistió un velo o capa de este tipo.

Representando Los Trajes De Cristo

Hay miles de obras artísticas que representan la crucifixión de Jesucristo, tanto en el ámbito de las artes plásticas cuanto en el universo cinematográfico. En todas estas obras, Jesús aparece usando una túnica corta y una capa.

Para ciertos historiadores, esta capa era probablemente un tipo de ropa destinada a momentos de oración, sustituyendo el manto tradicional. La teoría tiene sentido, ya que la capa era el tipo de adorno que, por tradición, se utilizaba en aquellas ocasiones.

Más De Uno

Es probable que Jesús tuviera más de una opción de chales destinados a prácticas religiosas. En la Biblia, uno puede encontrar referencias a este tipo de accesorio. Una de ellas se encuentra en la descripción de la escena donde Jesús lava los pies de sus discípulos.

En otro pasaje bíblico, de nuevo se menciona el chale usado por el Nazareno en quella época, durante un momento de oración. Por esto, se cree que tenía una pequeña colección de estos chales.

Calzados De Cristo

La historiadora Joan Taylor consiguió especificar el tipo de calzado que Jesús probablemente utilizaba. Para esto, la investigadora tuvo que analizar reliquias encontradas en el área donde él presuntamente vivió.

Se cree que estas reliquias eran los zapatos de aquella época: trozos de tela cosidos entre sí y que formaban una especie de sandalia. Joan concluyó que Jesús tal vez haya usado sandalias de aquel estilo para proteger a sus pies.

El Real Semblante

Es obvio que nos gustaría mucho saber exactamente cuál era la verdadera fisonomía de Jesucristo. Sabemos que las representaciones artísticas suelen ser engañosas, exageradas o simplemente poco realistas.

Sin embargo, hay otras descubiertas que pueden indicar el camino hacia una versión más precisa del real semblante del gurú cristiano. En el territorio donde vivió, los arqueólogos encontraron restos momificados, los cuales presentaban atributos faciales griegos y egipcios.

La Respuesta

Pero, por más irónico que pueda sonar, el arte aún es el tipo de evidencia que conduce a la determinación final sobre la apariencia de Jesús. Especialmente las pinturas que adornaban las momias: este tipo de arte tenía el objetivo de mostrar las características faciales de la persona fallecida.

En la investigación, las momias que se analizaron eran todas de personas que vivieron y murieron en la misma época que Jesucristo. Por lo tanto, estas evidencias contienen la representación más exacta del Salvador.

La Mejor Evidencia

A pesar de todo esto, hay otra manera de determinar la fisonomía de Jesús: examinándose otra evidencia, la cual se encontró en una sinagoga muy antigua. Esta evidencia estaba en buen estado de conservación, lo que permitió el análisis y la comparación con otras representaciones de Cristo.

Por lo tanto, además de las pinturas en las momias, tenemos esta “nueva” prueba acerca de la real apariencia del Salvador. El área se convirtió en un extraordinario sitio de adoración.

Rastros de Moisés

No obstante, la respuesta para este gran enigma no podría ser tan simple. Al final, estamos hablando de alguien que vivió hace milenios, cuando aún no había cámaras y uno ni siquiera imaginaba qué era una foto.

En la antigua sinagoga, el objeto que podría terminar el debate sobre este tema era, en realidad, una representación de Moisés, un importante profeta. Sin embargo, ¿por qué esta pieza puede ser la solución para nuestro rompecabezas?

Tal Para Cual

La investigadora Joan Taylor afirma que la pintura de Moisés es una buena pista. Por medio de esta evidencia, se puede tener una breve noción de cómo la gente de aquél tiempo imaginaba a los profetas.

Si consideramos que aquellas personas vivieron durante la misma época que Jesús, la pintura parece contener buenas respuestas. En la imagen que se descubrió en la sinagoga, Moisés utiliza el mismo estilo de ropa que la historiadora indicó que Jesús usaría.

Un Peinado Coherente

A pesar de que hay similitudes, es probable que ciertas diferencias entre Jesús y Moisés hayan cruzado tu mente. Tal vez la principal divergencia entre los dos sea con relación a los cabellos.

Mientras que Jesús solía presentarse con barba y una hermosa cabellera, Moisés se ve con el pelo corto. Pero esta última representación parece la más confiable, ya que el pelo largo estaba asociado, en aquella época, al sexo femenino o a divinidades.

Los Pintores Lo Hicieron Bien

Mientras hacía su investigación, Joan Taylor constató que los pintores y otros artistas del pasado estaban ciertos sobre la barba. La historiadora recuerda que Jesús y sus seguidores tenían la costumbre de peregrinar mucho de una región a otra.

Mientras viajaban, era poco probable que los hombres encontraran barberos en el camino. Por lo tanto, no se afeitaban con frecuencia. Este dato está confirmado por medio del retrato de Moisés y su hermosa barba.