La Tierra ha perdido dos tercios de su vida salvaje en menos de 50 años…

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El Índice del Planeta Vivo del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) informa que los seres humanos siguen causando la destrucción de la diversidad biológica.

La Tierra ha perdido dos tercios de sus poblaciones de vida silvestre en menos de medio siglo. La disminución de la vida silvestre coincide con la degradación de sus hábitats. Por lo tanto, esta pérdida es también una advertencia de la agonía de los enclaves que sirven como línea de vida biológica de la que depende la humanidad.

El Índice del Planeta Vivo 2020 del WWF, el informe más completo hasta la fecha, indica que las poblaciones animales (mamíferos, aves, anfibios, reptiles y peces) han disminuido en un promedio de 68% entre 1970 y 2016. Los animales salvajes están perdiendo sus territorios: en las montañas, los bosques, los ríos y los mares, afectando a muchas especies.

Las tendencias de la población de las especies son importantes porque son un buen indicador de la salud general de los ecosistemas.

Los investigadores del Fondo Mundial para la Naturaleza y la Sociedad Zoológica de Londres recopilaron cientos de datos científicos en su informe y llegaron a la conclusión de que la pérdida desenfrenada de biodiversidad se debe a la destrucción de los hábitats silvestres, la sobreexplotación de las especies y la contaminación, así como a la invasión de especies exóticas y al cambio climático. Estos datos dan la alarma, ya que la humanidad sigue causando la destrucción de la diversidad biológica. Ha habido un descenso de 8 puntos en el informe de hace dos años.

Las principales amenazas para las especies enumeradas en el informe están directamente relacionadas con las actividades humanas, entre ellas la deforestación, la agricultura intensiva y el tráfico de especies.

América Latina y el Caribe se vieron particularmente afectados, con una disminución media del 94%.

«Detrás de esta dramática cifra se encuentran las mismas causas que llevaron a la aparición de enfermedades animales como el Covid-19», dice el WWF, que pide un cambio en los patrones de consumo. Un sistema alimentario insostenible, la destrucción de los bosques tropicales (para abrir granjas y campos agrícolas) y el tráfico de fauna silvestre juegan un papel clave en todo esto.

En las últimas decadas, la actividad humana ha dañado gravemente los hábitats y recursos naturales de los que dependen la vida silvestre y la humanidad, como los océanos, los bosques, los arrecifes de coral, los humedales o los manglares.

El 75% de la superficie no congelada de la Tierra ha sido modificada por el hombre.

La huella humana se siente en todo el mundo. En los últimos 50 años, el mundo se ha transformado radicalmente por la explosión del comercio y el consumo mundiales y por el crecimiento de la población humana, así como por la rápida expansión urbana.

El 75% de la superficie no congelada de la tierra ha sido modificada por el hombre, y los últimos sitios vírgenes se concentran en sólo unos pocos países, Rusia, Canadá, Brasil y Australia. La naturaleza se está transformando y destruyendo a una velocidad sin precedentes en la historia, a un costo muy alto para el bienestar del planeta y la humanidad. La pérdida de la biodiversidad es un verdadero desafío para la economía, el desarrollo y la seguridad mundial.