Había sido un año extremadamente duro para Estela Meléndez, de 91 años. Su marido había fallecido y su salud estaba en un rápido declive. Estasituación sin duda era bastante estresante.
Después de sufrir una caída, Estela tuvo que ser llevada lejos de su pueblo al hospital más cercano – sólo para descubrir algo que la sacudiría a ella, a los médicos y al mundo. Resultó que estaba embarazada, y había mucho más en su historia de lo que se veía a simple vista.