Pocas personas pueden decir que han experimentado una historia como la experimentó Dave Hole. Hace siglos, era posible tomar un pico e ir a buscar oro, pero esos días ya pasaron.
Dave Hole, un australiano que vivía en Maryborough, un día se fue equipado para perseguir su pasatiempo favorito: la caza del oro. En esta escapada en 2015, encontró algo que cambiaría su vida, pero mucho más tarde. Un descubrimiento que todos los museos del mundo han intentado secuestrar.