Caminó más de 12 horas hasta el trabajo, pero luego el CEO se enteró

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Más allá de su imaginación más salvaje

Walter sintió como si sus ojos se le salieran de la cabeza cuando vio que realmente le estaban regalando un auto. Después de todo por lo que había pasado, incluso caminando hacia la reunión de ese día, sintió que por fin sus oraciones habían sido escuchadas.

En reflexión, Walter compartió, «La lección de mi historia es que es genial llegar a la gente, siempre quise inspirar a la gente. No dejes que nadie te diga que no puedes hacer algo. Depende de nosotros si podemos.»