Deanna Pilling pensó que sería una buena idea sorprender a su hija, McKenna, en su universidad un día antes de lo previsto. Es evidente que ella pensaba que las cosas siempre salen según lo planeado cuando los padres sorprenden a sus hijos.
Como la mayoría de nuestros lectores, no estamos de acuerdo. Ningún estudiante universitario quiere ser sorprendido por sus padres. No nos sorprende que la dulce sorpresa de Deanna terminara en un desastre.